Campos de Castilla y otros universos machadianos

Con motivo de la conmemoración del 150 aniversario del nacimiento de Antonio Machado, las Bibliotecas Públicas de Castilla y León rinden un nuevo homenaje a este poeta universal tan vinculado a esta tierra. La exposición fotográfica “Campos de Castilla” podrá verse en la Biblioteca Pública de Soria (c/ Nicolás Rabal, 25) desde el 24 de octubre hasta hasta el 20 de abril de 2026, en horario de apertura del centro.

La exposición de fotografía ‘Campos de Castilla’ está compuesta por 42 imágenes inéditas de César Sanz que recogen la lírica visual de los paisajes que inspiraron al poeta.

Las imágenes son obra del fotógrafo soriano César Sanz Marcos que ha realizado exposiciones en toda España y es autor de varios libros de fotografías, siendo todos ellos un constante homenaje a los paisajes sorianos. Uno de ellos Campos de Castilla y otros universos machadianos recoge el trabajo fotográfico que hoy, en esta exposición, se actualiza y se revisa.

La exposición mezcla imagen con poesía ya que todas las fotografías están inspiradas en los versos de Machado recogidos en su obra cumbre Campos de Castilla. Se trata de una reinterpretación de la exposición con la que en 2019 se conmemoró el 80 aniversario de la muerte el poeta. Consta de 8 paneles con 42 fotografías inéditas, cada uno de ellos con sus correspondientes versos machadianos y una interesante selección bibliográfica de nuestros fondos, relacionada con las obras de Machado.

Antonio Machado, 150 años

“Nunca perseguí la gloria / ni dejar en la memoria / de los hombres mi canción”, dice Antonio Machado en sus Proverbios y cantares. Y cuesta creerlo, pero es precisamente así, sin apenas pretenderlo, como un poeta debe hacerse hueco en la memoria de su idioma.

En ocasiones, parece que no, que su momento ha pasado. Parece que hay nombres que, de tanto ser repetidos, son condenados a coger polvo mientras decoran una arcana librería o el cartel de alguna organización sin ánimo de lucro. Pero, a 150 años de su nacimiento, no podemos dejar de reconocer la presencia persistente de Antonio Machado en nuestro día a día.

“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, / y un huerto claro donde madura el limonero”, confiesa en “Retrato” Antonio Machado, que nació el 26 de julio de 1875 en una vivienda de alquiler de la capital andaluza. Sus primeros años en Sevilla poblaron de aromas y vivas tonalidades su sensibilidad hasta el final de sus días.

Con apenas 8 años, se trasladó a Madrid con sus padres y hermanos y se formó en la Institución Libre de Enseñanza. Su juventud fueron “veinte años en tierras de Castilla”, en Soria, en Segovia. Una Castilla que todavía no le olvida.

“El Duero cruza el corazón de roble / de Iberia y de Castilla”

Así, “golpe a golpe” y “verso a verso” la fuerza poética de Machado se hace evidente en nuestras vidas. Cómo no iba a hacerlo el autor de Juan de Mairena si ha dejado frases lapidarias dignas de pertenecer a nuestro argot cotidiano. En Proverbios y cantares, tejió versos más certeros que cualquier emborronado libro de autoayuda: “En mi soledad he visto cosas muy claras, que no son verdad“

“Poned atención: un corazón solitario no es un corazón”

El amor, la compañía o la dignidad son patrimonios tan machadianos como el campo de Castilla, el tiempo o el agua. Machado llamaba a la ternura, a la divina capacidad de contenernos y sostenernos con cuidado los unos a los otros y, así, llegó a la conclusión de que “un corazón solitario no es un corazón”. También le dio tiempo -en su producción poliédrica como el alma- a componer poemas que, de modo extremadamente coloquial, podrían ser considerados como dignísimas “frases de cornudo”: “Mas no te importe si rueda / y pasa de mano en mano: / del oro se hace moneda”.

“Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar“, dejó escrito en 1908, 31 años antes de su muerte, y Machado cumplió su promesa. Además, tuvo a España en su corazón hasta el último día.

Antonio Machado murió el 22 de febrero de 1939 en Colliure, pero se llevó al exilio un botecito -apenas un ligero equipaje- con un puñado de arena traída desde su país y pidió que, de fallecer en Francia, se le enterrase con esa arena. 

CON INFORMACIÓN DE Biblioteca Pública de Soria y Adrián Masa de Vega (rtve.es).

IMAGEN: Exposición fotográfica “Campos de Castilla” en la Biblioteca Pública de Soria. (FOTO: MonteSeguroFoto para El Heraldo de Soria).

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