El 18 de mayo se celebra el Día Internacional del Museo. Su objetivo es concienciar sobre el hecho de que los museos son un importante medio para el intercambio cultural, el enriquecimiento de las culturas, así como para el desarrollo de la comprensión mutua, de la colaboración y de la paz entre los pueblos.
Actualmente existen una gran variedad de museos: de arte, históricos, de cera, de ciencias y técnica, de historia natural, arqueológicos, …, y literarios. Un Museo Literario acoge la obra de un poeta, novelista o dramaturgo a través de las cosas que viven en sus obras, de las imágenes que destilan sus palabras. Son espacios dedicados a los libros o a escritores que han dejado un valioso aporte a la cultura y la literatura. En algunos casos, se trata de los antiguos hogares de estas personalidades o lugares que comparten su legado, abiertos al público para dar conocer su figura y, al mismo tiempo, sus obras. Otros, son espacios interactivos para disfrutar de historias, libros, lenguaje o personajes ficticios.
Quizás no son tantos como nos gustarían, pero en España existe un buen número de casas museos de escritores. Si París tiene su casa de Victor Hugo, Londres el museo de Charles Dickens o Frankfurt la Casa Goethe, pueblos y ciudades de la Península Ibérica también tienen sus espacios literarios.
Lugares donde se respira literatura
«Siglo de Oro, Siglos de Oro o Edad de Oro» son los términos que se utilizan en historia literaria para denominar el periodo que corresponde aproximadamente a los siglos XVI y XVII. En el aspecto cultural, y especialmente en el literario, es el periodo más importante de la historia de España. La literatura española desde La Celestina (1499) hasta Calderón de la Barca (1600-1681) abrió nuevos caminos y su influencia es extraordinaria. Por ejemplo, en Portugal, donde la revolución que llevaría a su independencia de España en 1640, no logró atenuar la influencia cultural española. Así, el español siguió siendo el idioma más empleado entre las clases dominantes y entre los autores que buscaban una audiencia más amplia. Esta influencia extranjera fue especialmente fuerte en el teatro: los dramaturgos portugueses escribieron en español, relegando el portugués a piezas (religiosas, comedias) de escaso valor.
El Siglo de Oro de la literatura española está representado por el Museo Casa Natal de Cervantes. Se ubica en la localidad madrileña de Alcalá de Henares (calle Mayor, 48), en la casa familiar del autor de Don Quijote de la Mancha. Sus estancias recrean una vivienda de los siglos XVI y XVII. A todo el mobiliario y a los utensilios de la vida cotidiana, se une un importante fondo bibliográfico de ediciones cervantinas de diversas épocas e idiomas, que se exhiben en la sala de exposiciones temporales. Este centro ofrece una consolidada programación de actividades con múltiples propuestas: talleres infantiles, juveniles, visitas temáticas, espectáculos teatrales y musicales, conferencias, etc.
Miguel de Cervantes estuvo dos veces en Valladolid. La primera, siendo niño, la segunda, ya de adulto, atraído por la presencia entonces de la Corte de Felipe III en la ciudad. Durante esta segunda estancia, Cervantes coincidió, entre otros, con los escritores Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Los primeros meses de su estancia en Valladolid los pasaría escribiendo el prólogo, las poesías preliminares y la relación para solicitar el privilegio real para imprimir su novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. El Museo Casa Cervantes (calle Rastro s/n) recrea el paso por Valladolid del escritor universal. La colección está integrada por objetos del propio museo y otros cedidos en depósito por otros museos nacionales. Se compone principalmente de mobiliario del siglo XVII, pintura de los siglos XVII y XIX, cerámicas de Talavera y un importante fondo bibliográfico.
En el número 11 de la calle Cervantes de Madrid está la que fue casa del «Fénix de los Ingenios» en sus últimos 25 años. La Casa Museo Lope de Vega conserva algunas estructuras originales y muebles e imágenes que pertenecieron al escritor, uno de los más prolíficos autores del Siglo de Oro. Su pasión por escribir le llevó a engrosar una gran producción literaria con su obra dramática, además de otros géneros como la novela y la poesía. La casa busca una recreación de ambientes, mostrar lo que fue la presencia de Lope de Vega y la vida en el Siglo de Oro. Dispone de visitas guiadas en cuatro idiomas, con reserva previa.
Un siglo prolífico
La literatura del siglo XIX agrupa el conjunto de autores que escriben durante este siglo, así como las teorías estéticas y obras publicadas durante este periodo. Se divide en tres grandes etapas: el Romanticismo, el Realismo y la literatura finisecular, que entronca con la literatura del siglo XX.
A comienzos del siglo XIX, la literatura portuguesa experimentó una revolución literaria iniciada por el poeta portuense Almeida Garrett, seguido de Guerra Junqueiro, el poeta más representativo de la llamada «Escola Nova». Nacido en Freixo de Espada à Cinta, Guerra Junqueiro murió con el sueño de una casa donde exponer todos los objetos que coleccionó a lo largo de su existencia y de un extenso patrimonio literario. Hoy, la Casa-Museu Guerra Junqueiro, instalada en Oporto (rua Dom Hugo, 32), en un bello edificio del siglo XVIII, exhibe las obras y las colecciones atesoradas a lo largo de su vida por el autor de Os Simples, tal vez su mejor composición poética en la que evoca su infancia en la provincia de Trás-os-Montes.
A mitad de siglo, el Romanticismo ibérico tiene su máximo exponente en José Zorrilla, quien da una nueva visión del arquetipo del Don Juan con Don Juan Tenorio. La Casa de José Zorrilla (calle Fray Luis de Granada, 1) es el tributo de Valladolid al literato más importante nacido en esa ciudad. La casa natal de Zorrilla fue adquirida por el Ayuntamiento de Valladolid en 1917 coincidiendo con el centenario del nacimiento del escritor. Fue convertida en casa-museo en la que recibir los enseres del poeta, y albegar programas e iniciativas culturales, centrados en el libro, la literatura, la poesía y el teatro, tanto en su interior como en su magnífico jardín romántico. Ofrece visitas gratuitas y guiadas durante todo el año.
España entra de lleno en el Realismo, con las obras mayores de Benito Pérez Galdós, prolífico escritor que no dudó en incorporar los debates literarios europeos y la descripción de diferentes ambientes sociales en sus novelas. La Casa Museo Pérez Galdós se conserva en Las Palmas de Gran Canaria (calle Cano), donde vivió el escritor hasta los 19 años. Es una muestra de arquitectura doméstica canaria con estructura y materiales originales. Sus salas recrean ambientes domésticos y familiares, no solo de la época del escritor en la isla, también en Madrid y Santander. Los espacios cuentan con obras de arte, muebles, fotografías, instrumentos musicales y otros elementos que formaron parte de la vida de Pérez Galdós trasladando al visitante al ambiente del siglo XIX.
En Portugal, el Realismo domina el panorama novelístico, como lo prueban las obras de Joaquim Guilherme Gomes Coelho (más conocido como Júlio Dinis), un escritor de transición entre el fin del Romanticismo y el principio del Realismo. Es conocido sobre todo por su obra As Pupillas do Sr. Reitor, una novela que describe ambientes campesinos. Este portuense residió en Ovar, donde se conserva la Casa dos Campos, típica casa rural, habitada por el escritor en 1863, constituida hoy en Museo Júlio Dinis – Uma Casa Ovarense (Rua Júlio Dinis, 81) para poner en valor el paso del escritor por Ovar y mantener vivo, en la memoria de todos, el legado de una época pasada.
Pero sin duda el mayor artista del realismo portugués es José María Eça de Queiroz, gracias a sus obras O Crime do Padre Amaro y Os Maias, caracterizadas por la crítica a la sociedad, por la capacidad narrativa, repleta de realismo y análisis riguroso y por su creatividad. Está también considerado el fundador del naturalismo portugués. Los personajes de O primo Basilio, Correspondencia de Fradique Mendes o A Cidade e as Serras, son criaturas vivas; muchos de sus pasajes descriptivos y satíricos se han convertido en clásicos. En la Quinta de Tormes (Santa Cruz do Douro) se encuentra la Fundação Eça de Queiroz. Esta casa-museo en la que el escritor pasaba algún tiempo, se dedica a la divulgación y preservación de su memoria y patrimonio. La mesa alta en la que escribía de pie, grabados y pinturas que decoraban su casa de Neuilly, en Paris, objetos personales y su biblioteca, son algunos los elementos de interés que caracterizan la visita a Tormes, además del paisaje de su entorno único, que quedó descrito eternamente en sus libros.
Contemporáneo de Eça de Queiroz es Camilo Castelo Branco, con quien se inicia en Portugal la novela decimonónica de costumbres. Este rico impresionista describe la vida de la primera mitad del siglo XIX en Amor de Perdição, Novellas do Minho y otros. En su Casa-Museu de São Miguel de Seide (Avenida de São Miguel de Seide, n.º 758) escribió buena parte de su obra, aquella en la que se reflejan los rasgos más definitorios y genuinos del Portugal decimonónico y del alma portuguesa de todos los tempos. Reconstruida y transformada, en 1922, en Museu Camiliano, el recinto acoge hoy un moderno centro de estudios que, teniendo por primer objeto la figura y la obra de Camilo, aspira a promover una extensa política de intervención cultural y científica en favor de la Lengua y la Cultura Portuguesas.
Un recorrido por las casas de escritores de entresiglos
En La Coruña (rúa Tabernas, 11), en la antigua residencia de la familia Pardo Bazán y actual sede de la Real Academia Gallega, está la Casa Museo Emilia Pardo Bazán. Fue una de las grandes escritoras e intelectuales europeas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se trata de un pazo urbano típico de la Galicia del siglo XIX. Se presenta la figura de la novelista con objetos auténticos e información de la vida de la autora de Los pazos de Ulloa (1886), su obra maestra, en la que retrata la decadencia del mundo rural gallego.
Entre 1900 y 1914, Miguel de Unamuno fue rector de la Universidad de Salamanca y vivió en una casona diechiochesca de fachada plateresca situada junto a las Escuelas Mayores. La Casa Museo Unamuno (calle Libreros, 25) custodia la memoria del literato y ensayista difundiendo su obra e impulsando su estudio. No solo es un lugar de visita obligado para los amantes de los museos de escritores y de la literatura, también es un importante espacio de investigación que depende de la Universidad de Salamanca. Dispone de un importante archivo y una biblioteca con 6.000 volúmenes donados por Unamuno antes de morir y disponibles para ser consultados por investigadores.
Entre 1919 y 1932, Antonio Machado vivió en la casa de Segovia (calle Los Desamparados, 5) que hoy es la Casa Museo de Antonio Machado. Fue adquirida por la Universidad Popular, la misma que fundó el autor de Soledades en 1919, recién llegado a la ciudad castellana En el interior, la casa muestra estancias personales, muebles, retratos del poeta, recuerdos, memorias de su paso por la ciudad, imágenes de Leonor y Guiomar. El jardín cuenta con hiedras y rosales entre las que hay un busto del poeta esculpido por Emiliano Barral y un panel cerámico de Julián López Parras. A lo largo del año, se organizan en sus dependencias visitas y recitales poéticos, maratones de lectura, actividades escolares y otros espectáculos.
La Casa Fernando Pessoa es la casa en la que vivió el escritor durante los últimos 15 años de su vida, entre 1920 y 1935. Además de una exposición sobre la vida y obra del poeta, también cuenta con una biblioteca de acceso gratuito especializada en Pessoa y poesía internacional. La casa conserva, preserva y divulga el legado de Pessoa, cuyo patrimonio fue catalogado como «Tesouro Nacional». Se encuentra en Lisboa (rua Coelho da Rocha, 18). Su finalidad es aprovechar el legado del escritor para dar a conocer su singular universo creativo, y servir como lugar de encuentro y reflexión sobre la creación literaria y sus múltiples lecturas.
IMAGEN: Casa Museo de Antonio Machado (Segovia).