Valpuesta es la cuna del español por excelencia. Este rincón de la provincia de Burgos, de apenas 20 habitantes, se ubica en la comarca de Las Merindades a 35 kilómetros de Miranda de Ebro y a 100 de la capital. Este lugar es un hito lingüístico excepcional dado que fue el sitio donde se encontraron los primeros vestigios de la lengua española, que se remontan al siglo IX. Así lo demuestran los documentos monásticos mezclados en latín y castellano y que son conocidos como Cartularios de Valpuesta.
Los cartularios son textos que recogen información sobre donaciones y pagos de distintos servicios funerarios efectuados por particulares al monasterio de Valpuesta. Los más antiguos datan de los años 804, 844, 864 y 875.
Primeros pasos para el Centro de Origen del Español en Valpuesta
La Junta de Castilla y León acaba de dar el primer paso para hacer realidad el Centro del Origen del Español en Valpuesta, mediante la licitación de los trabajos de redacción y ejecución del proyecto, y de dirección de obra, para rehabilitar la conocida como Casa Quemada de la citada localidad y recuperar su entorno.
El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento de Berberana –término municipal al que pertenece Valpuesta– y la Administración regional firmaron la cesión de la Casa Quemada, antigua sede del Consistorio hasta el año 1846. Con construcción tradicional, actualmente se encuentra en ruinas y en estado de abandono. El proyecto consiste en la rehabilitación de este edificio, bajo los parámetros de construcción eficiente, y un estudio previo de propuesta turística, museística y experiencial del centro, que especificará usos, actividades y dotación necesaria. La actuación ‘Valpuesta, origen del español’ está incluida en el Plan Territorial de Sostenibilidad Turística de Castilla y León 2023-2026, con un presupuesto de 3,3 Meuros, financiados con Fondos Next Generation.
El estatuto de autonomía de Castilla y León menciona a los Cartularios de Valpuesta en su preámbulo como uno de los primeros testimonios escritos en lengua castellana. Por ello, Valpuesta, al igual que San Millán de la Cogolla, se atribuye el título de Cuna del Castellano.
La intención de la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Cultura, es crear una experiencia turística en la visita a Valpuesta, para lo cual es imprescindible concebir otros productos (gastronomía, recorridos ciclo-turísticos) que complementen la visita. No faltan reclamos. En la iglesia de Santa María de la localidad –junto al Palacio Zaldívar y la Torre de los Velasco conforma un entorno declarado Bien de Interés Cultural– se encontraron los textos más antiguos del castellano, denominados Cartularios de Valpuesta, donde aparecen las primeras dataciones de voces y grafías en español, anteriores a las Glosas Emilianenses y Silenses. Además, en la zona, existen eremitorios rupestres de época altomedieval que también serían objeto de estudio y de un plan de conservación.
En la puesta en marcha del Centro del Origen del Español, la Consejería de Cultura apostará por la digitalización a la hora de diseñar la propuesta museográfica, con medios audiovisuales e inmersivos para generar una experiencia única de conocimiento e interpretación de la lengua castellana, con una dotación de medios técnicos y tecnológicos de última generación con el fin de enriquecer la experiencia.
Valpuesta, cuando el latín se hizo español
El Becerro gótico de Santa María de Valpuesta, como recuerdan desde el Portal de Archivos Españoles, es «un cartulario especial debido principalmente a su estructura, que no concuerda con lo que tradicionalmente entendemos por tal. Uno de sus principales estudiosos, Ruiz Asencio, lo califica como el cartulario castellano más complejo».
Se trata de una reunión de varios cuadernillos de naturaleza independiente. Está conformado, en total, por 17 cuadernillos de pergamino, con 117 folios de tamaño desigual, junto con distintos fragmentos y tres documentos sueltos originales. Se alternan los escritos en letra visigótica con los escritos en carolina. Los documentos que contiene están fechados a caballo entre los siglos IX y XIII.
«El conocido Cartulario de Valpuesta no indica que la cuna del castellano sea Valpuesta, lo mismo que ninguna otra documentación —de Cardeña, de Oña, de Sahagún, de León, de Covarrubias, de San Millán de la Cogolla o de Santo Domingo de Silos— prueba que el romance haya nacido en éste o en aquel otro lugar. Todo porque una lengua no nace en sitio ni en fecha determinados, sino que una lengua se deja sentir en caminos y aldeas, viñas y manzanares, iglesias y monasterios, donde vivan, trabajen, jueguen, amen y penen hombres y mujeres a lo largo de generaciones. Pero de los testimonios y características lingüísticas que presentan y de las fechas tan tempranas (siglos X, XI) en que fueron escritos parte de los diplomas de este becerro gótico se concluye de manera indubitable que la documentación valpostana resulta de capital importancia para conocer la etapa de orígenes del castellano».
Gonzalo Santonja, «Los Becerros gótico y galicano de Valpuesta» (2010).
En el estudio de los documentos, liderado por el citado Ruiz Asencio, se puso de manifiesto la intervención en los escritos de 34 manos diferentes. En su mayoría, son textos que recogen información sobre donaciones y pagos de distintos servicios funerarios efectuados por particulares al monasterio de Valpuesta.
IMAGEN: Presentación de la actuación ‘Valpuesta, origen del español’ el 4 de octubre de 2024. (FOTO: Junta de Castilla y León).