¿Qué es más original en el español que la «ñ» (y está en este titular)?

Aunque la letra eñe se ha erigido en emblema del español, la profesora de la Universidad de Sevilla Lola Pons Rodríguez asegura que más originales son los signos de apertura de las interrogaciones y las admiraciones, que además son muy recientes, ya que datan de finales del XVIII.

Especialista en Historia de la Lengua y directora de varios proyectos de investigación sobre la lengua del siglo XV, Pons Rodríguez señala que, mientras el sonido de la eñe es compartido con varias lenguas y desde hace mucho tiempo, los signos de apertura de admiraciones e interrogaciones son relativamente recientes, introducidos con éxito por los académicos hace poco más de dos siglos.

Con la idea de que «el lector compruebe en la lengua de hoy la herencia de la lengua de ayer», Pons Rodríguez ha reunido «Cien historias curiosas sobre el español» en el libro titulado «Una lengua muy larga» (Arpa editores). Pons Rodríguez sostiene que «el español es una lengua muy larga en el tiempo pero también en el espacio», al aludir al español de América, además de una lengua «muy flexible» que históricamente ha tenido «variaciones espaciales muy acusadas», ya que lo que parecen normas fijas y universales derivadas de las reglas ortográficas se deben igualmente a una normativa «relativamente reciente».

Cien «microhistorias»

Las cien «microhistorias» reunidas por Pons en esta particular y desenfadada historia del español, tienen su origen en un blog que la filóloga abrió en 2009 dirigido al ámbito académico, con el que alcanzó tantos seguidores que la llevó a ordenarlas y llevarlas a un libro.

La autora ha advertido de que estas cien historias no van necesariamente dirigidas a los 500 millones de personas que hablan español en el mundo sino a los hablantes y lectores que poseen «sensibilidad lingüística». Aquellos que plantean y responden a preguntas peregrinas, comunes o fascinantes, como de dónde ha salido la «ñ», por qué diferenciar entre «b» y «v» si se pronuncian igual, qué es una palabra «fantasma», o por qué en la Edad Media se abreviaba tanto si no había teléfonos móviles.

Otro ejemplo parte del cantante jienense Raphael, quien generó cierto escándalo cuando decidió bautizarse artísticamente como «Raphael», porque parece que nadie reparó entonces en que «ph» es un dígrafo que se usó -hasta que la Academia lo eliminó por completo en el XIX- en palabras que, como en «philosophia», habían llegado al latín desde el griego.

«Una lengua muy larga» es una colección de relatos sobre el pasado y el presente del español, una lengua tan larga en el tiempo como ancha en el espacio y que hoy hablan más de 500 millones de personas en el mundo. Este libro no se dirige a todas ellas, sino a los lectores que, como gusta decir Lola Pons, poseen «sensibilidad lingüística»: personas que de vez en cuando se sonríen al comprobar que su lengua no es exactamente igual a la de sus padres, ni tampoco la misma que la de sus hijos, o se preguntan de dónde vendrá tal palabra o tal otra, o escuchan con curiosidad el acento distinto en el habla de otras personas, o se dejan sorprender por cualquier expresión distinta y recién descubierta.

Este libro se puede leer de un tirón o poco a poco, y se dirige principalmente a los lectores que usan el español y le dan vueltas a cómo hablan. Cien historias «para leer ordenada o desordenadamente», otra forma (o cien formas) de acercarse al pasado y al presente del español.

CON INFORMACIÓN DE www.fundacionlengua.com

IMAGEN: YouTube RTVE.

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